Balance

Al consagrarse campeón del Torneo Reducido de Primera “C” 2009/10, Talleres obtuvo el derecho de disputar las finales frente a Almagro. Finalmente, y a pesar del esfuerzo de toda la familia albirroja (jugadores, socios, directivos, cuerpo técnico), el equipo de Escalada, quedó a sólo un paso de retornar a Primera “B”.

Al consagrarse campeón del Torneo Reducido de Primera “C” 2009/10, Talleres obtuvo el derecho de disputar las finales frente a Almagro. Finalmente, y a pesar del esfuerzo de toda la familia albirroja (jugadores, socios, directivos, cuerpo técnico), el equipo de Escalada, quedó a sólo un paso de retornar a Primera “B”.

 

Fue positivo el balance final del once albirrojo. Tuvo un comienzo irregular, en el que sintió la pérdida de la localía ( en esa condición, jugó más de la mitad del torneo en otras canchas), y en el que inevitablemente hubo un período de adaptación a la categoría. Además, los refuerzos que llegaron al principio del campeonato, no alcanzaron un nivel futbolístico que les permitiera afianzarse como titulares. Con el transcurso de las fechas, el equipo se fue asentando y ganando en confianza: fue de menor a mayor y terminó redondeando buenas actuaciones, consiguiendo importantes victorias en condición de visitante, y constituyéndose en un duro escollo a superar en Timote y Castro.

El tramo final del torneo mostró lo mejor de Talleres como equipo, y fue el triunfador indiscutido del reducido, ganando 4 de los 5 partidos del mini-torneo. El albirrojo, mostró las virtudes que lo habían llevado a esa instancia: una propuesta de juego basada en el buen trato de pelota, mucha garra y entrega en sus futbolistas, un esquema táctico consolidado, y la conducción indiscutida de su capitán y goleador, Raúl Pérez. Para resaltar –una vez más -una característica histórica de Talleres, que mantiene inalterable en el tiempo. Nos referimos a la aparición en el primer equipo, de futbolistas de sus divisiones inferiores, con un gran futuro; Lucas Fernández, Jhonatan Lezcano, Omar Benítez y Marcos Doracio. Todos ellos tuvieron su bautismo en primera , al igual que Lautaro Pérez, Maximiliano Rodríguez, Hernán Jara y Javier Linares.
Pero así como el mejor Talleres lo vimos en las instancias decisivas, esa etapa de definiciones, implicó un gran desgaste físico: desde que enfrentó a J.J. Urquiza, hasta las instancias finales con Almagro, Talleres jugó 7 finales en 30 días, restándole eficacia y poderío de conjunto.
Sólo le faltó el último paso. Como siempre, el socio albirrojo cumplió, acompañando masivamente al equipo cuando retornamos a casa, y desbordando nuestro estadio un martes a las 13:00 hs, mostrando que estamos más vivos que nunca.

Sabemos que transitamos el camino correcto. Y también sabemos que Talleres volverá a ser protagonista desde el comienzo del torneo, y que nuestro equipo estará a la altura de su historia. Y sobre todo, de su gente.